Cada ve zme gusta más tu trabajo! está fantástico! Uf.. tantas cosas que decirte, que no veo la hora de que llegues y quememos Madrid con las fotos y las ansias!
Es de esas fotos que se arrojan al espectador como si trajeran la fuerza contenida. Que llegan por los sentidos y durante unos instantes, segundos tal vez controlan las mismas funciones que normalmente fluyen solas. La intelectual aparece después, ya sea recreando las primeras, primitivas, natura total, o encontrando cosas, historias, símbolos. Un crepúsculo que enmarca la mujer sonriente, cómplice, que sugiere un diálogo inevitable, en el que tendrás siempre la duda de si la realidad o el silencio. El silencio, casi nunca, ¿verdad? Hay que otear nuevamente. Y otra vez la mirada es un rasero inconsciente, que se posa en la piel, que husmea en lontanaza, que regresa a la humedad delicadamente distribuida y al brevísimo trozo de tela que corona esa sinuosidad que se antoja perfecta. El movimiento leve del mar apacigua los latidos, destensa las palpitaciones, devuelve a su madriguera a la bestia; el viento calmo, con un soplo desaparece la lubricidad del manantial de los deseos. Te puedes llevar ya el crepúsculo a los sueños.
Gracias por la colaboración Horacio! Estan increíbles los escritos y muy de acuerdo a las imagenes! ojala sigas colaborando en esto! Gracias nuevamente! Un abrazo!
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Cada ve zme gusta más tu trabajo! está fantástico! Uf.. tantas cosas que decirte, que no veo la hora de que llegues y quememos Madrid con las fotos y las ansias!
ResponderEliminarSUPER BUENAS! Felicidades y gracias Ale por compartir!!
ResponderEliminarLeón, qué buenas fotos. Me gusta mucho tu lente, mentalidad, mirada... creativa.
ResponderEliminarGracias en verdad por tus comentarios!! Son un motor para seguir adelante!
ResponderEliminarEs de esas fotos que se arrojan al espectador como si trajeran la fuerza contenida. Que llegan por los sentidos y durante unos instantes, segundos tal vez controlan las mismas funciones que normalmente fluyen solas. La intelectual aparece después, ya sea recreando las primeras, primitivas, natura total, o encontrando cosas, historias, símbolos. Un crepúsculo que enmarca la mujer sonriente, cómplice, que sugiere un diálogo inevitable, en el que tendrás siempre la duda de si la realidad o el silencio. El silencio, casi nunca, ¿verdad? Hay que otear nuevamente. Y otra vez la mirada es un rasero inconsciente, que se posa en la piel, que husmea en lontanaza, que regresa a la humedad delicadamente distribuida y al brevísimo trozo de tela que corona esa sinuosidad que se antoja perfecta.
ResponderEliminarEl movimiento leve del mar apacigua los latidos, destensa las palpitaciones, devuelve a su madriguera a la bestia; el viento calmo, con un soplo desaparece la lubricidad del manantial de los deseos.
Te puedes llevar ya el crepúsculo a los sueños.
Gracias por la colaboración Horacio! Estan increíbles los escritos y muy de acuerdo a las imagenes! ojala sigas colaborando en esto! Gracias nuevamente! Un abrazo!
ResponderEliminarpor favor pon mas fotos de tu pequena, me encanta verla desafiante
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